Filosofía: Difference between revisions

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El trabajo del filósofo consiste en concatenar recuerdos para una finalidad determinada. (''Philosophische Untersuchungen'', I, 127.)
El trabajo del filósofo consiste en concatenar recuerdos para una finalidad determinada. (''Philosophische Untersuchungen'', I, 127.)


Una cuestión filosófica es similar a una relativa a la constitución de una<references />
Una cuestión filosófica es similar a una relativa a la constitución de una sociedad determinada. —Y sería algo así como si una sociedad, que aunque precisa de ellas, se reuniera sin reglas claramente escritas; pero también con un instinto que les conduce a observar //seguir// ciertas reglas en sus reuniones; sólo que esto se hace difícil, ya que nada al respecto ha sido claramente expresado, ni hay ninguna institución que ponga las reglas de manifiesto //que las establezca claramente//. De este modo, consideran a uno de ellos su presidente, pero éste no se sienta en la mesa del estrado ni lleva señal alguna que le distinga, y esto dificulta los procedimientos. Por eso llegamos nosotros y ponemos todo en orden: emplazamos al presidente en un lugar claramente reconocible, a su secretario cerca de él en una pequeña mesa propia y a los restantes miembros del mismo rango alineados a ambos lados de la mesa, etc.
 
Si se pregunta a la filosofía: «¿Qué es —por ejemplo— sustancia?» Entonces se está pidiendo una regla. Una regla general que es válida para la palabra «sustancia»; es decir, según la cual estoy resuelto a jugar. Quiero decir: la pregunta «¿Qué es?...» no se refiere a un caso especial —práctico—, sino que preguntamos desde nuestro escritorio. Acuérdate meramente del caso de la ley de identidad, para darte cuenta de que eliminar una dificultad filosófica no consiste en pronunciar nuevas verdades sobre el objeto de la investigación (identidad).
 
La dificultad reside sólo en comprender cómo nos ayuda el establecimiento de una regla. Por qué nos calma después de que estuviéramos tan profundamente intranquilos. Lo que nos tranquiliza es, evidentemente, que vemos un sistema que excluye (sistemáticamente) aquellas estructuras que nos han intranquilizado siempre, aquellas con las que no éramos capaces de hacer nada y que, sin embargo, creíamos estar obligados a respetar. ¿No es en este sentido el establecimiento de tal regla gramatical como el descubrimiento de una explicación en física? Por ejemplo, el del sistema copernicano. Existe una similitud. —Lo más raro de la intranquilidad filosófica y de su solución podría parecer que es como el tormento de un asceta que arrastrara una pesada bola entre gemidos y al que un hombre que está allí libera diciendo: «Déjala caer.» Uno se pregunta: si estas proposiciones te intranquilizan y no sabías qué hacer con ellas, ¿por qué no las dejaste caer antes? ¿Qué te lo impidió? Pues, creo yo, fue el falso sistema al que creía tener que adaptarse, etc.
 
(La tranquilidad peculiar —que se produce cuando junto a un caso que considerábamos único podemos situar otros casos similares— nos sale al paso, una y otra vez, en nuestras investigaciones, cuando mostramos que una palabra no tiene un solo significado (ni sólo dos), sino que se utiliza con cinco o seis diferentes significados).
Se puede comparar los problemas filosóficos con cajas de caudales, que se abren mediante la colocación de una determinada palabra o un determinado número. De modo que hasta que no encontremos esta palabra ninguna fuerza puede abrirla, y una vez encontrada cualquier niño puede<references />